La Parroquia Nuestra Señora de La Asunción de Los Andes enfrentó una lamentable situación tras el robo de la mercadería destinada a la entrega de almuerzos en su comedor San Alberto Hurtado, el cual beneficia a una gran cantidad de personas en situación de calle en la ciudad. Este incidente es el más reciente en una serie de robos que han afectado a la parroquia en otras ocasiones. Con esta última intrusión, ya son tres las veces que el comedor ha sido blanco de los delincuentes, impactando a cerca de 80 personas que dependen de este servicio para sus comidas diarias. Los involucrados pasaron el sistema de seguridad para ingresar y sustraer la mercadería, rompiendo el vidrio de una de las puertas para ingresar por la zona de la cocina y llevarse consigo diversos productos como carnes y verduras. Esta situación ha obligado a la parroquia a suspender temporalmente el servicio de almuerzos por 10 días, lo que ha generado descontento y preocupación entre la comunidad y los beneficiarios. La parroquia, que se ha esforzado por mantener este vital servicio comunitario a pesar de los reiterados robos, advirtió que futuros incidentes podrían llevarlos a reconsiderar la continuidad del comedor San Alberto Hurtado, lo que claramente afectaría al bienestar de las personas que dependen de este servicio esencial en la ciudad.
La Parroquia Nuestra Señora de La Asunción de Los Andes enfrentó una lamentable situación tras el robo de la mercadería destinada a la entrega de almuerzos en su comedor San Alberto Hurtado, el cual beneficia a una gran cantidad de personas en situación de calle en la ciudad. Este incidente es el más reciente en una serie de robos que han afectado a la parroquia en otras ocasiones. Con esta última intrusión, ya son tres las veces que el comedor ha sido blanco de los delincuentes, impactando a cerca de 80 personas que dependen de este servicio para sus comidas diarias. Los involucrados pasaron el sistema de seguridad para ingresar y sustraer la mercadería, rompiendo el vidrio de una de las puertas para ingresar por la zona de la cocina y llevarse consigo diversos productos como carnes y verduras. Esta situación ha obligado a la parroquia a suspender temporalmente el servicio de almuerzos por 10 días, lo que ha generado descontento y preocupación entre la comunidad y los beneficiarios. La parroquia, que se ha esforzado por mantener este vital servicio comunitario a pesar de los reiterados robos, advirtió que futuros incidentes podrían llevarlos a reconsiderar la continuidad del comedor San Alberto Hurtado, lo que claramente afectaría al bienestar de las personas que dependen de este servicio esencial en la ciudad.