La riña registrada el martes al interior del Liceo Max Salas Marchan de Los Andes volvió a encender las alarmas entre las autoridades locales. Desde la Delegación Presidencial, se señaló que existe una mesa de prevención de violencia escolar, conformada por todos los centros de estudiantes de la provincia y donde la idea es precisamente abordar estos casos desde el diálogo. De hecho, como parte de la estrategia de esta mesa, el jueves se realizaría la denominada “Feria de las violencias” en el mismo establecimiento, pero dada la contingencia, finalmente se suspendió. Lo que sí ocurrió, fue el envío de un oficio al municipio para que se informe respecto de las medidas adoptadas. Frente a esto, desde el municipio y en su calidad de sostenedor de la educación pública, el alcalde fue enfático en señalar que se endurecerán las medidas y como respuesta inmediata, precisamente se anunció la aplicación “Aula Segura”, herramienta que busca frenar los episodios de violencia escolar y garantizar un ambiente adecuado para el aprendizaje. El reglamento “Aula Segura” establece procedimientos claros para actuar ante situaciones de violencia grave, permitiendo a los directores de los establecimientos suspender o expulsar a los alumnos involucrados. Los pilares del reglamento se enfocan en proteger la integridad física y psicológica de toda la comunidad escolar, promoviendo la convivencia pacífica, la prevención de incidentes y la aplicación de sanciones proporcionales a la gravedad de las faltas. Un enfoque que se suma a los esfuerzos por evitar una estigmatización de uno de los establecimientos públicos más emblemáticos de la región.
Fue durante el martes que el Liceo Maximiliano Salas Marchan de Los Andes se transformó en un campo de batalla. Tres peleas se registraron durante la jornada y en una de ellas, incluso hubo amenazas e intento de agresiones con arma blanca. Producto de esta riña, Carabineros se hizo presente en el lugar, tomando a un adolescente detenido, quien permaneció más de cinco horas en los calabozos de la Tercera Comisaría, aun cuando él asegura ser la víctima. Ante esta situación, el adolescente llegó este miércoles junto a su madre hasta el establecimiento educacional con la intención de recibir alguna explicación y es que dice que todo el protocolo estuvo mal aplicado. Señala que nunca fue informada de la detención de su hijo y que se enteró por su hija que también estudia ahí. Además, dice que al llegar al Liceo se le dijo que había sido llevado a constatar lesiones, pero la verdad es que estaba detenido. Todo esto, mientras el verdadero agresor -dicen- no recibió sanción alguna. Una riña que es consecuencia de una serie de hechos anteriores, donde las miradas y empujones, parecían ser recurrentes. Pero esta vez, la situación escaló a límites insospechados. Un nuevo hecho de violencia que activó inmediatamente las alertas en el DAEM, desde donde su directora aseguró que se aplicarán las sanciones que correspondan a fin de retornar la tranquilidad no solo a este establecimiento, sino que al sistema educativo en general. Trabajo que se viene haciendo desde hace un buen rato, que esta vez incluiría la aplicación del Protocolo “Aula Segura” y que atendido lo avanzado del año escolar, se mantendrá como desafío para el 2025. Violencia escolar que involucra en definitiva a toda una comunidad educativa y es que se pierde la tranquilidad de las familias al enviar a sus hijos a un lugar donde se supone deberían estar protegidos y seguros.
La riña registrada el martes al interior del Liceo Max Salas Marchan de Los Andes volvió a encender las alarmas entre las autoridades locales. Desde la Delegación Presidencial, se señaló que existe una mesa de prevención de violencia escolar, conformada por todos los centros de estudiantes de la provincia y donde la idea es precisamente abordar estos casos desde el diálogo. De hecho, como parte de la estrategia de esta mesa, el jueves se realizaría la denominada “Feria de las violencias” en el mismo establecimiento, pero dada la contingencia, finalmente se suspendió. Lo que sí ocurrió, fue el envío de un oficio al municipio para que se informe respecto de las medidas adoptadas. Frente a esto, desde el municipio y en su calidad de sostenedor de la educación pública, el alcalde fue enfático en señalar que se endurecerán las medidas y como respuesta inmediata, precisamente se anunció la aplicación “Aula Segura”, herramienta que busca frenar los episodios de violencia escolar y garantizar un ambiente adecuado para el aprendizaje. El reglamento “Aula Segura” establece procedimientos claros para actuar ante situaciones de violencia grave, permitiendo a los directores de los establecimientos suspender o expulsar a los alumnos involucrados. Los pilares del reglamento se enfocan en proteger la integridad física y psicológica de toda la comunidad escolar, promoviendo la convivencia pacífica, la prevención de incidentes y la aplicación de sanciones proporcionales a la gravedad de las faltas. Un enfoque que se suma a los esfuerzos por evitar una estigmatización de uno de los establecimientos públicos más emblemáticos de la región.
Fue durante el martes que el Liceo Maximiliano Salas Marchan de Los Andes se transformó en un campo de batalla. Tres peleas se registraron durante la jornada y en una de ellas, incluso hubo amenazas e intento de agresiones con arma blanca. Producto de esta riña, Carabineros se hizo presente en el lugar, tomando a un adolescente detenido, quien permaneció más de cinco horas en los calabozos de la Tercera Comisaría, aun cuando él asegura ser la víctima. Ante esta situación, el adolescente llegó este miércoles junto a su madre hasta el establecimiento educacional con la intención de recibir alguna explicación y es que dice que todo el protocolo estuvo mal aplicado. Señala que nunca fue informada de la detención de su hijo y que se enteró por su hija que también estudia ahí. Además, dice que al llegar al Liceo se le dijo que había sido llevado a constatar lesiones, pero la verdad es que estaba detenido. Todo esto, mientras el verdadero agresor -dicen- no recibió sanción alguna. Una riña que es consecuencia de una serie de hechos anteriores, donde las miradas y empujones, parecían ser recurrentes. Pero esta vez, la situación escaló a límites insospechados. Un nuevo hecho de violencia que activó inmediatamente las alertas en el DAEM, desde donde su directora aseguró que se aplicarán las sanciones que correspondan a fin de retornar la tranquilidad no solo a este establecimiento, sino que al sistema educativo en general. Trabajo que se viene haciendo desde hace un buen rato, que esta vez incluiría la aplicación del Protocolo “Aula Segura” y que atendido lo avanzado del año escolar, se mantendrá como desafío para el 2025. Violencia escolar que involucra en definitiva a toda una comunidad educativa y es que se pierde la tranquilidad de las familias al enviar a sus hijos a un lugar donde se supone deberían estar protegidos y seguros.