Cada 22 de abril se conmemora a nivel planetario el día de la Tierra, una fecha que invita a reflexionar sobre el impacto que las acciones humanas tienen en el medio ambiente y la urgencia de tomar decisiones más conscientes. En Los Andes, esta conmemoración no pasó desapercibida, especialmente para quienes, desde hace años, trabajan por fomentar una cultura de reciclaje y respeto por la naturaleza. Un claro ejemplo de este compromiso es el Punto Verde, que desde hace 14 años funciona en la comuna como un espacio donde un número importante de toneladas de desechos tienen una segunda oportunidad, evitando que terminen en vertederos. Lo que comenzó como una iniciativa pequeña hoy es un referente en el valle de Aconcagua en torno al reciclaje y la educación ambiental. Personas de distintas edades, familias e incluso estudiantes participan activamente en esta red de cuidado del entorno. Pero este día también sirve para recordar que aún queda mucho por hacer. El cambio climático, la contaminación del aire y del agua, la pérdida de biodiversidad y el uso desmedido de recursos naturales son realidades que siguen golpeando con fuerza. Por eso, se reiteró el llamado a seguir sumando voluntades, tanto desde las instituciones como desde el hogar. Cuidar la Tierra no es una tarea exclusiva de expertos o activistas, es una responsabilidad compartida que comienza con gestos tan simples como separar los residuos en el origen.
Cada 22 de abril se conmemora a nivel planetario el día de la Tierra, una fecha que invita a reflexionar sobre el impacto que las acciones humanas tienen en el medio ambiente y la urgencia de tomar decisiones más conscientes. En Los Andes, esta conmemoración no pasó desapercibida, especialmente para quienes, desde hace años, trabajan por fomentar una cultura de reciclaje y respeto por la naturaleza. Un claro ejemplo de este compromiso es el Punto Verde, que desde hace 14 años funciona en la comuna como un espacio donde un número importante de toneladas de desechos tienen una segunda oportunidad, evitando que terminen en vertederos. Lo que comenzó como una iniciativa pequeña hoy es un referente en el valle de Aconcagua en torno al reciclaje y la educación ambiental. Personas de distintas edades, familias e incluso estudiantes participan activamente en esta red de cuidado del entorno. Pero este día también sirve para recordar que aún queda mucho por hacer. El cambio climático, la contaminación del aire y del agua, la pérdida de biodiversidad y el uso desmedido de recursos naturales son realidades que siguen golpeando con fuerza. Por eso, se reiteró el llamado a seguir sumando voluntades, tanto desde las instituciones como desde el hogar. Cuidar la Tierra no es una tarea exclusiva de expertos o activistas, es una responsabilidad compartida que comienza con gestos tan simples como separar los residuos en el origen.