Faltando minutos para el mediodía, la tranquilidad de Los Andes se quebró abruptamente por un procedimiento policial desarrollado en plena plaza de armas. Ahí, funcionarios de la Sección de Investigación Policial SIP de Carabineros de la Tercera Comisaría, detuvieron a una banda delictual dedicada a estafar personas mayores con el archiconocido “cuento del tío”. Y lo hicieron en plena flagrancia, justo cuando los cuatro delincuentes estaban a punto de engañar a una mujer. Los detenidos al parecer ya habían conseguido su objetivo con anterioridad, dado que sus integrantes eran investigados por los funcionarios de la SIP de Los Andes. Fue en ese contexto que, durante la jornada, seguían sus pasos muy de cerca logrando la detención en medio de la expectación de la comunidad que aplaudió el actuar de los carabineros y de paso exigió las máximas penas contra antisociales inescrupulosos que atacan a personas mayores. El procedimiento que finalizó afuera de la Iglesia Santa Rosa, donde fueron detenidos los tres hombres y una mujer, integrantes de la banda delictual, comenzó en las afueras de una entidad bancaria, donde la víctima había cobrado un dinero. La adulta mayor fue marcada por los antisociales y fue la mujer, quien se acercó ganándose su confianza y guiándola hasta lo que sería un lugar alejado o el domicilio, donde se concretaría el robo. Los otros tres, los seguían de cerca. En eso se activó el operativo final que acabó con todos tras las rejas.
Fue cuando llegó hasta el hospital San Camilo en San Felipe por atención médica a propósito de una serie de lesiones en su cuerpo, que fue identificado. Se trata de un sujeto de 30 años de edad que se encontraba prófugo de la justicia desde hace cerca de nueve meses. Había sido condenado a 17 años de cárcel por el delito de abuso sexual en contra de una menor de 14 años, pero nunca se presentó a cumplir. El comisario de Carabineros en San Felipe, Mayor Jorge Guzmán dijo que “gracias a las diligencias que realizó la SIP de carabineros se dio con la ubicación de este sujeto y puesto a disposición del Tribunal(...) este es un excelente procedimiento por la calidad del delito cometido, con lo que se saca de circulación a una persona peligrosa, particularmente en el marco de la protección de niños, niñas y adolescentes”. Su ubicación no fue fácil y es que el delincuente era apoyado por familiares y amigos para mantenerse oculto e incluso, entregaba identidades falsas, tal como lo hizo en el centro de salud y por eso que hoy, además, podría iniciarse una investigación para llevar a la justicia a quienes lo ayudaron a ocultarse. En cuanto a los motivos por los que el condenado ingresó al hospital sanfelipeño donde quedó internado con diagnóstico reservado, desde Carabineros se indicó que no existe información ni certeza de cómo se produjeron esas lesiones por cuanto la labor de los funcionarios fue principalmente hacer cumplir la orden de aprehensión emanada desde el Tribunal. Eso sí, extraoficialmente fuentes al interior del recinto hospitalario no descartan que esas lesiones sean atribuibles a una especie de ajusticiamiento a raíz de la calidad del delito por el que era intensamente buscado.
Faltando minutos para el mediodía, la tranquilidad de Los Andes se quebró abruptamente por un procedimiento policial desarrollado en plena plaza de armas. Ahí, funcionarios de la Sección de Investigación Policial SIP de Carabineros de la Tercera Comisaría, detuvieron a una banda delictual dedicada a estafar personas mayores con el archiconocido “cuento del tío”. Y lo hicieron en plena flagrancia, justo cuando los cuatro delincuentes estaban a punto de engañar a una mujer. Los detenidos al parecer ya habían conseguido su objetivo con anterioridad, dado que sus integrantes eran investigados por los funcionarios de la SIP de Los Andes. Fue en ese contexto que, durante la jornada, seguían sus pasos muy de cerca logrando la detención en medio de la expectación de la comunidad que aplaudió el actuar de los carabineros y de paso exigió las máximas penas contra antisociales inescrupulosos que atacan a personas mayores. El procedimiento que finalizó afuera de la Iglesia Santa Rosa, donde fueron detenidos los tres hombres y una mujer, integrantes de la banda delictual, comenzó en las afueras de una entidad bancaria, donde la víctima había cobrado un dinero. La adulta mayor fue marcada por los antisociales y fue la mujer, quien se acercó ganándose su confianza y guiándola hasta lo que sería un lugar alejado o el domicilio, donde se concretaría el robo. Los otros tres, los seguían de cerca. En eso se activó el operativo final que acabó con todos tras las rejas.
Fue cuando llegó hasta el hospital San Camilo en San Felipe por atención médica a propósito de una serie de lesiones en su cuerpo, que fue identificado. Se trata de un sujeto de 30 años de edad que se encontraba prófugo de la justicia desde hace cerca de nueve meses. Había sido condenado a 17 años de cárcel por el delito de abuso sexual en contra de una menor de 14 años, pero nunca se presentó a cumplir. El comisario de Carabineros en San Felipe, Mayor Jorge Guzmán dijo que “gracias a las diligencias que realizó la SIP de carabineros se dio con la ubicación de este sujeto y puesto a disposición del Tribunal(...) este es un excelente procedimiento por la calidad del delito cometido, con lo que se saca de circulación a una persona peligrosa, particularmente en el marco de la protección de niños, niñas y adolescentes”. Su ubicación no fue fácil y es que el delincuente era apoyado por familiares y amigos para mantenerse oculto e incluso, entregaba identidades falsas, tal como lo hizo en el centro de salud y por eso que hoy, además, podría iniciarse una investigación para llevar a la justicia a quienes lo ayudaron a ocultarse. En cuanto a los motivos por los que el condenado ingresó al hospital sanfelipeño donde quedó internado con diagnóstico reservado, desde Carabineros se indicó que no existe información ni certeza de cómo se produjeron esas lesiones por cuanto la labor de los funcionarios fue principalmente hacer cumplir la orden de aprehensión emanada desde el Tribunal. Eso sí, extraoficialmente fuentes al interior del recinto hospitalario no descartan que esas lesiones sean atribuibles a una especie de ajusticiamiento a raíz de la calidad del delito por el que era intensamente buscado.