En una emotiva ceremonia realizada en la Plaza Cívica de San Felipe, seis familias de la provincia recibieron sus anhelados títulos de dominio, un documento que no solo formaliza el reconocimiento legal de sus propiedades, sino que también asegura la tranquilidad y estabilidad de sus hogares. El título de dominio es una herramienta clave para mejorar la calidad de vida de las personas. Además de garantizar certeza jurídica sobre sus propiedades, permite acceder a una amplia gama de beneficios sociales entregados por el Estado, como pavimentación de calles, casetas sanitarias y subsidios habitacionales, de agua potable y alcantarillado, entre otros. Este procedimiento se aplica en forma excepcional cuando la regularización resulta difícil o costosa de obtener por otras leyes. Se busca también resolver situaciones históricas de posesión irregular de terrenos particulares, permitiendo a las personas tener un Título de Dominio. El inmueble a regularizar no debe tener un avalúo superior a 800 Unidades Tributarias Mensuales (UTM) si es rural, y de 380 UTM si es urbano. Dentro de los beneficios de contar con el terreno regularizado es que se pueden optar a subsidios para construcción de vivienda o mejoramiento de ellas.
En una emotiva ceremonia realizada en la Plaza Cívica de San Felipe, seis familias de la provincia recibieron sus anhelados títulos de dominio, un documento que no solo formaliza el reconocimiento legal de sus propiedades, sino que también asegura la tranquilidad y estabilidad de sus hogares. El título de dominio es una herramienta clave para mejorar la calidad de vida de las personas. Además de garantizar certeza jurídica sobre sus propiedades, permite acceder a una amplia gama de beneficios sociales entregados por el Estado, como pavimentación de calles, casetas sanitarias y subsidios habitacionales, de agua potable y alcantarillado, entre otros. Este procedimiento se aplica en forma excepcional cuando la regularización resulta difícil o costosa de obtener por otras leyes. Se busca también resolver situaciones históricas de posesión irregular de terrenos particulares, permitiendo a las personas tener un Título de Dominio. El inmueble a regularizar no debe tener un avalúo superior a 800 Unidades Tributarias Mensuales (UTM) si es rural, y de 380 UTM si es urbano. Dentro de los beneficios de contar con el terreno regularizado es que se pueden optar a subsidios para construcción de vivienda o mejoramiento de ellas.