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​Después de una larga espera, la selección chilena volvió a jugar en el Estadio Nacional, habiendo disputado su último partido en noviembre de 2020. En su regreso al principal recinto deportivo del país, la "Roja" no decepcionó, arrollando 3-0 a Paraguay en un amistoso que sirve de preparación para la Copa América que comienza la próxima semana en Estados Unidos.

A pesar de las importantes ausencias de Paulo Díaz, Guillermo Maripán y Darío Osorio, el equipo chileno, dirigido por Ricardo Gareca, demostró solvencia y buenos pasajes de fútbol. Gareca parece haber encontrado la base y el estilo de juego para su equipo, utilizando una línea de cuatro defensores, un mediocampo poblado y a Eduardo Vargas como eje del ataque. 

Alexis Sánchez, jugando con mayor libertad, se mostró activo y colaborativo, buscando asociarse constantemente con Vargas. En el medio, Erick Pulgar, Marcelino Núñez, Víctor Dávila y Diego Valdés brillaron, consolidándose como opciones principales para Gareca.

Chile dominó el partido, manteniendo a raya a Paraguay y mostrando una efectividad en el arco rival que había faltado en periodos anteriores. Víctor Dávila fue la figura del encuentro, anotando dos goles de cabeza a los 17 y 36 minutos, ambos tras centros precisos de Gabriel Suazo desde la izquierda. Eduardo Vargas completó la goleada a los 52 minutos con un sutil toque, culminando una gran jugada de Diego Valdés.

Sin embargo, no todo fue perfecto para la selección. Claudio Bravo tuvo que abandonar el partido en el entretiempo debido a una lesión, y su reemplazo, Gabriel Arias, también presentó molestias durante el encuentro. A pesar de estos contratiempos, la era de Ricardo Gareca sigue siendo positiva, generando ilusión de cara a la Copa América y el reinicio de las Clasificatorias.