Eso sin duda, aporta a la reactivación económica, genera empleos y mejora las expectativas de un rubro que durante dos años sufrió las consecuencias de la pandemia.
Fenómeno que responde a dos factores. Por una parte, la necesidad de las personas de hacer turismo en lugares abiertos, sin aglomeraciones y con menor riesgo de contagio. Por otro lado, al trabajo que se ha realizado por parte del rubro en torno a cumplir las exigencias sanitarias. Todo eso hoy, se suma al trabajo de testeo masivo que incluso ha contemplado la utilización del Tren TTA.
Para ayudar a frenar el avance de la pandemia, hoy cuando la variante ómicron tiene mayor circulación comunitaria, siendo una cepa altamente contagiosa, el llamado de las autoridades ha sido a mantener las medidas de protección y acudir a vacunarse cuando corresponda. De esa manera, el turismo seguirá trayendo solo beneficios al valle de Aconcagua.