En todo caso, será el miércoles cuando el retorno sea masivo, y es ahí donde están puestas todas las miradas.
Si hay algo que no está en discusión, es que el regresar a las aulas permitirá una mejor enseñanza, sin embargo, la forma en que se está favoreciendo esta obligatoriedad es lo que provoca críticas. Asumir que el 80% de la comunidad educativa está vacunada hoy es sinónimo de eliminar las restricciones de aforo y eso, se transforma inmediatamente para muchos, en un riesgo inminente de contagios.
Servicios públicos con aforo, sanciones económicas si en una casa se realiza una actividad con personas que sobrepasen los números permitidos, aforos que se reducen a la mitad si solo uno, no tiene pase de movilidad. Sin embargo, podrá haber 45 estudiantes en una sala y de haber un caso positivo, solo quienes estuvieron a un metro de distancia serán considerados alerta covid, el resto del curso no tendrá problemas para seguir asistiendo a clases. Se suma a esto, la jornada escolar completa y todo eso, es motivo de preocupación.
Desde el ministerio de Educación, se explicó que existe un trabajo que se viene desarrollando desde hace bastante tiempo que tiene por objetivo reactivar los espacios académicos y socioemocionales al interior de los establecimientos educacionales, para lo cual se ha creado un protocolo en conjunto con la autoridad sanitaria que sigue las recomendaciones internacionales.
El consenso respecto de la importancia de la presencialidad existe… las diferencias surgen en la forma de llevar adelante el retorno y su obligatoriedad.
Lo cierto es que ahora, solo resta esperar a que efectivamente, siguiendo las medidas de autocuidado, los colegios, escuelas y liceos, sean lugares sanitariamente seguros.