Día a día deben luchar por desterrar mitos y hacerse más visibles. Con el correr del tiempo -en todo caso- se han ganado el espacio y hoy más que nunca, esta generación de trabajadoras puede sentirse parte de quienes han abierto las puertas para que las mujeres ganen terreno en cosas que históricamente fueron solo de hombres.
Si hay una diferencia, es que las mujeres son colaborativas entre ellas y buscan apoyar desde sus propias experiencias, a quienes las siguen más atrás. Así surgió una alianza entre la cámara de turismo de San Esteban y la Fundación Casa Taller, que convocó a mujeres para analizar, conversar y reflexionar sobre los desafíos en igualdad de género.
Entre las críticas más recurrentes en torno a la desigualdad de género está esa que viene desde la infancia, donde se marcan estereotipos que diferencian al niño de la niña y que, en un mundo machista obliga a las mujeres a hacer un doble esfuerzo para demostrar sus capacidades.
Frente a esto, si hay algo bueno que ha dejado la pandemia es justamente mostrar lo contrario, contra todo pronóstico o pensamiento, el tesón, esfuerzo y convicción, en la mayoría de los casos, hizo que las mujeres fueron las que sacaron a sus familias adelante.
Este ocho de marzo - en el día internacional de la mujer- en Aconcagua, ellas destacan los avances en equidad de género, aunque reconocen que sigue faltando mucho por hacer. Igualar sueldos, generar las mismas oportunidades y agilizar leyes en su beneficio.